miércoles, 30 de septiembre de 2015

¿Tiempo al tiempo? Y una mierda.


Por suerte para nuestra alma, las relaciones con otras personas no eran ningún problema. Cierto es que en un abrir y cerrar de ojos, había perdido de forma aparente todas sus amistades, pero de lo que no se dio cuenta, fue que todas aquellas personas que con el paso de los años, en mayor o menor medida, habían surgido en algún momento inesperado de su vida, no se separarían de ella jamás. Y fue esto lo que más molesto a @ y todos sus borregos, que aquello que pensaban haber conseguido únicamente sirvió para afianzar aún más estas nuevas amistades. Y fue así, como resurgió aquel alma que se guiaba por aquellos valores tan odiados por todos.

 Os preguntaréis entonces, ¿porque pues "El poder de la oscuridad"? ¿Qué tiene esto que ver con ello? La respuesta llegará cuando dejéis de preguntar. Pero dejaré de volverme filosófico para explicar, que si la historia comienza así sin más, es porque fue aquí donde la historia de vuestra alma comenzó a cambiar, cuando restauró antiguas amistades, conoció a nuevas personas, y por su puesto y como toda buena historia, a su primer y eterno amor...

viernes, 25 de septiembre de 2015

La amistad de los borregos.

Pero centrémonos en aquella amistad, y enfoquémosla desde el punto de vista adecuado: no desde esa tristeza que nos transmite la soledad de nuestra pobre alma, si no de la degradación de la sociedad y las personas correspondientes. Aquel compañero de fatigas, al que llamaremos a partir de ahora "@" había sido abandonado por todos los que consideraba sus amigos, y solo uno de ellos decidió que su amistad era mejor que la de todo un grupo. @ decidió que no necesitaba más la amistad de aquel que le había apoyado cuando más le necesitaba, que había estado a su lado en los momentos más dificiles y también en los momentos más divertidos. Pero todo ésto no importaba nada, ya que con los nuevos amigos que había hecho, en gran parte gracias a nuestra alma, había obtenido lo que el consideraba poder y lideraba un grupo únicamente de borregos (si se me permite la expresión) que solo veían divertido menospreciar y degradar a la gente que era diferente... que digo, mejor que ellos!

Y lo que más hirió a nuestra querida alma no fue cualquier insulto que pudieran decirle, si no la traición de una amistad, una amistad que consideró tan verdadera para abandonar a sus amigos de toda la vida... Y esta alma se arrepentiría durante muchos años, hasta darse cuenta de que, si no hubiese optado por esa opción, habría defendido a su vez una injusticia y se habría transformado en un borrego.

jueves, 24 de septiembre de 2015

La peor decisión de su vida.

Quedó este alma y su mejor amigo. Pronto se unió otra persona más y juntos comenzaron un nuevo camino, un camino que los unió y les hizo prácticamente inseparables. Y así, día tras día, esa amistad se fue forjando y soldando, sin dejar de sumarse a otras tantas personas más. La diferencia, es que nuestro alma en cuestión, y como ya se ha comentado antes, tenía ciertos valores atípicos, y para el resto de personas era perfecto, pues siempre caería en sus burlas. El alma acompañada por tantas personas, pasó a ser un alma solitaria de la noche a la mañana, sin recibir jamás una explicación del porque. Simplemente les parecía divertido hacer sufrir a las personas, y más a alguien como esta, que a pesar de todo seguía intentando solucionarlo. Y la última tarde, la tarde que acabó sola definitivamente, fue la tarde más horrible de su vida, y a la vez una de las mejores, pues sintió el abandono de todos aquellos a los que consideró alguna vez sus amigos, y en concreto de uno de ellos, solitario e introvertido, que sufriría el mismo abandono (o incluso peor) por parte de los mismos individuos, y también conoció a la que sería una de sus mejores amigas de por vida. O al menos así lo creía...

Érase un alma que vagaba feliz por un mundo perfecto...

Érase un alma que vagaba feliz por un mundo perfecto. Como todo ser humano, tenia unos amigos que le acompañaban en su vida y una familia donde sentirse acogido, pero las cosas cambiaron de un día para otro... Este alma feliz, para su propia desgracia, presentaba unos valores considerados por muchos (aunque pertenecientes a pocos) bondadosos. Tenia un cierto espíritu de la lealtad, la amistad y ante todo la sinceridad. Séase pues que un día se vio obligado por su estúpida conciencia a elegir entre el grupo de amigos que aún tras tantos años duraba, o un amigo al que decidieron dejar de lado por mentiras y conveniencia. Y esta fue la decisión que le perdió.